El 29 de Abril. En sí no había nada que celebrar, pero al final se celebró, se festejo el encuentro con varios vales de la infancia, de esa juventud, que por buena suerte no nos fue robada, el estar contentos y saber que una pérdida no es el final y que la amistad con unas chelas puede darle validez a un 29 de abril, fecha en la cual, no se celebra nada, más que el gusto de estar juntos, en esta noche que bien valió la pena.
Por: prangano
Café Palante, este pequeño esfuerzo por hacer trabajo autogestivo, trabajo que remunere y de oportunidad a estar en movimiento en este movimiento de abajo y a la izquierda.
Días antes se me había propuesto realizar un “super toquín” con el grupo Flujo, un grupo, que como miles que hay hace sus pininos en el ambiente musical, sin saber muy bien que rumbo tomar. Tal vez su rumbo simplemente sea echar desmadre y ambientar las reuniones con esos carnalitos de la infancia/juventud.
Se prepararon varias actividades para que ese día se efectuaran teniendo como cierre, a Flujo. Sin entrar en detalles, las otras actividades no pudieron llevarse acabo, pues por imprevistos y “fallas técnicas”, ese día, la dicha no estuvo de nuestro lado, pero si las cervezas y recuerdos infinitos de buenos ratos de desmadre.
La lluvia no fue impedimento, pues en esta tierra de “mojados” (un gran saludo a esos inmigrantes que están dándonos grandes ejemplos de dignidad) unas cuantas gotas de agua, podría evitar el gran encuentro que fue esa noche.
Después de la cancelación del taller de medios libres, teníamos el suficiente tiempo para “no hacer nada”, es decir, un gran marasmo de huevonada nos abrumo, pero no por mucho tiempo, pues con los minutos transcurriendo, la buena vibra apareció cuando empezaron a llegar los compas. Uno que en su camioneta traía la mayor parte de equipo, bataca y bocinas, al poco rato otros más con el resto de los instrumentos. La celebración sin motivo, daría inicio.
La proyección de los cortos tampoco se realizo, pues (a ciencia cierta aún no sé por qué) ni en el dvd ni en la compu. se podía proyectar. Ahí será para la otra.
Ton’s, ya algunos asistentes con dos que tres chelas encima y con los ánimos medio encendidos, se comenzó a escuchar los primeros acordes del grupo Flujo.
En ese entonces seríamos unos 25 los que dentro del cafecin nos dábamos cita al encuentro de camaradería.
Compas con los que crecí y con los que compartí gratos momentos, estaban aquí, celebrando que seguíamos vivos, y dando patadas de aguante en este país, también sorbos de chelas, una tras otra, unas carcajadas, más rolas y mentadas de madre porque no se rifaban una canción de Bronco, notas musicales e interpretaciones de cover’s de la Cuca y de los Enanitos Verdes, dos rolas originales, y por supuesto, más mentadas de madre, pero en son de coto, de desmadre, pa’ darle ambiente familiar a esta presentación.
Charlas de zapatismo, de nenas, de burdel, de los hijos y las hijas, de los conciertos masivos de a grapa, de las vacas flacas del pasado, de los caminos que se cruzan a pesar de las distancias. De que con un espacio y un grupo de vales, se puede realizar un encuentro en donde lo más chusco fue la aparición de la tira con aires de querer parar un simple reventón, de lo más sano de lo más grato que hay.
Nos despedimos alrededor de las 3 de la madrugada, al día siguiente habría que limpiar este gran desmadre, pero los chido ya se quedo y ojala se presente la oportunidad de otro evento de esta calidad, de muy buena calidad humana.
martes, abril 18, 2006
Un 29 de Abril en el Palante.
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